Quien busque un paseo más bohemio, podrá elegir este circuito que recorre los atractivos de la tradicional Calle Belgrano de barrio Güemes, culminando en el popular Paseo de las Artesanías, zona de artistas, anticuarios y los bares más particulares de la ciudad.
Ciertamente la historia es una de las ventanas por donde mejor se mira la ciudad; y en este sentido es indudable que quien quiera conocer lujosas joyas del pasado, no puede dejar de realizar el recorrido del «Centro Histórico». Es aquí donde verdaderamente se conoce Córdoba.
En un principio, todo el predio carecía de árboles y monumentos, a tal punto estaba el espacio liberado que muchas veces era el sitio utilizado para corridas de toros. Recién en el siglo XIX comienza la incorporación de ornamentación, con árboles y flores que la embellecieron notablemente. En 1946 se instaló el monumento ecuestre del General San Martín, que fue realizado por los encumbrados escultores Fontana y Locatti.
Este edificio representa la institución más importante de la política virreinal y más tarde el lugar donde se establecieron las bases del nuevo ordenamiento jurídico y político de la provincia. Fue construido alrededor de 1610, pero tardó casi un siglo y medio en tener el aspecto que ostenta en la actualidad.
Esta construcción posee su fachada principal mirando hacia la Plaza San Martín, presenta una importante galería con arcos que definen su neto corte colonial.
Sólo ostenta una planta baja y un primer piso. Gracias a un trabajo permanente de restauración se puede apreciar su patio de armas, y también se han desentrañado algunos de los túneles que nos permiten acceder a la historia colonial más intensa, la más secreta, que es guardada celosamente por todo el material arqueológico que se ha podido rescatar.
Frente a la Plaza San Martín se localiza la Iglesia Catedral, Monumento Histórico Nacional. El edificio original data del año 1582, en que se construye la primer iglesia bajo la advocación de Nuestra Señora de la Peña.
Después de casi un siglo, el precario edificio se derrumbó, obligando a los cabildantes a encarar una nueva construcción que en este caso se extendió por casi 100 años más, plagada de tropiezos económicos y de errores ya que la mano de obra empleada no fue la más idónea.
Un magnífico edificio que representa el más selecto estilo arquitectónico colonial, con una espléndida cúpula central su interior está dividido en 3 naves y la decoración dependió en gran parte del artista plástico Emilio Caraffa.
En el atrio se guardan los restos mortales del Deán Gregorio Funes, también se encuentra en un lugar de privilegio la tumba del General José María Paz y su esposa.
Ubicado en el lateral del Cabildo y la Catedral, el Pasaje Santa Catalina de estilo cuzqueño, permite recorrer ambas construcciones para llegar en la visita a la Iglesia Santa Catalina.
El estilo que posee el pasaje, su calle empedrada y angosta, le valió el nombre durante muchos años de: Pasaje de la Ciudad de Cuzco.
Hoy, se a transformado en un pasaje de mucha importancia, ya que en menos de 100 metros podremos conectar la plaza principal con puntos históricos relevantes en Córdoba Capital.
Este edificio fue construido en el año 1628 por la generosidad de uno de los vecinos más encumbrados de la ciudad, llamado Don Juan Tejeda ; quien pidió la intercesión de Santa Teresa en ocasión de una grave enfermedad de una de sus hijas.
Ya que la gracia fue concedida, Don Juan inició la construcción de una iglesia que representa una verdadera joya del arte colonial en la provincia de Córdoba. Más tarde muere Tejeda y las mujeres de su casa, incluyendo a su esposa, profesan en la vida religiosa junto a las hermanas Carmelitas Descalzas.
La otrra casa de familia muy pronto se transformó en claustro, que albergó a esta congregación.
En la actualidad, la casa se ha transformado en el Museo de Arte Religioso Juan de Tejeda, que alberga importantes colecciones de arte sacro del país.
Se observan aún elementos de la vida de las religiosas de clausura que ocuparon este predio. Podemos visitar este conjunto arquitectónico en la calle Independencia 158.
Muy cerca de la Plaza San Martín, por la calle Obispo Trejo se destacan una serie de edificaciones que detallan la obra de los jesuitas dentro de esta ciudad y su aporte magnífico para transformarla en “la docta”.
Esta congregación religiosa se había instalado en Córdoba a fines del siglo XVI y ,siendo insuficiente el espacio destinado en el cabildo para la instalación e instrucción de los nuevos sacerdotes, le fue asignado uno de los predios más emblemáticos de la ciudad, conocido hoy como “Manzana Jesuítica”. Este sector de la ciudad incluye el Templo de la Compañía de Jesús y su Capilla Doméstica.
El edificio del Templo de la Compañia data de 1671; considerado el más antiguo del país, se ha establecido como Monumento Histórico Nacional.
El templo principal ostenta además dos capillas laterales de significativa belleza arquitectónica: una dedicada a la Virgen de Lourdes y la otra denominada Capilla de los Españoles (actual Salón de Grado) donde se realizaban las ceremonias de graduación de la Universidad.
Junto al templo mayor se desarrolla la Capilla Doméstica, que representa mejor que ningún otro edificio la arquitectura de etapa colonial, con techo de vigas de madera, enlazado de tacuaras y recubierto por las mejores telas de época.
Fue la sede del Rectorado de la Universidad más antigua del país, que comenzó a funcionar como tal en 1613 con tan sólo dos carreras: arte y teología.
Fue el Obispo Trejo y Sanabria el encargado de fundar esta digna institución que hoy puede ser visitada, recorriendo sus patios internos, accediendo en el primer piso a una estupenda biblioteca, que además fue durante mucho tiempo sede de la biblioteca particular de los jesuitas, con obras que fueron custodiadas con mucho empeño por la congregación.
En honor del Dr. Dalmacio Vélez Sársfield fue construido un templete en el año 1935 para honrar al autor de nuestro Código Civil, además de resguardar gran parte del patrimonio cultural que encierran sus escritos y sus textos más celosamente guardados.
Esta institución cultural de Córdoba también fue fundada por la congregación jesuita en el año 1687.
En el siglo XX pasó a depender del Rectorado de la Universidad de Córdoba y transformado en uno de los colegios secundarios más encumbrados del país.
Fue el arquitecto Jaime Roca el encargado de reconstruir el edificio en 1930, respetando el estilo barroco y el diseño interior que guarda patios inmensos y galerías con importantes detalles de ornamentación.
El escudo original se conserva en la sala de profesores, construido en piedra sapo y engalanando tan prestigioso recinto académico.
Este museo funciona en el 1° piso de la Academia Nacional de Ciencias y depende de la Universidad de Córdoba. Ubicado en Vélez Sársfield 249, cuenta con una importante colección de fósiles; se presenta en una de sus salas un ejemplar de Epachtosaurus sciuttoi.
Se exhiben además los restos fósiles de una araña de cerca de 50 centímetros de diámetro, que fuera encontrada en una excavación en una cantera de la provincia de San Luis.
Ordenados cronológicamente, estas salas reconstruyen la evolución del planeta y los distintos ambientes que se recrean con la exposición de restos fósiles de animales y plantas pertenecientes a cada período geológico.
Construida en el Siglo XVI, su fachada posee estilo renacentista concluida por los hermanos Kánepa.
Lamentablemente, a lo largo de los años y las sucesivas inundaciones por el Arroyo de La Cañada, la Basílica sufrió modificaciones estructurales que renovaron su estética.
Fundado en 1943, el Museo Municipal de Bellas Artes Dr. Genaro Pérez se ha transformado en el museo con colecciones de arte argentino más completas y mejor conservadas.
Esta colección incluye: pinturas, dibujos, grabados y esculturas, desde los precursores del siglo XIX y el arte del siglo XX hasta nuestros días.
Emplazado en la intersección de las calles Av. Olmos y Rivera Indarte, se trata de un templo subterráneo de principios del siglo XVIII perteneciente al Antiguo Noviciado de la Orden Jesuítica.
La historia sepultó la construcción bajo la Av. Colón hasta el año 1989, momento en el que es redescubierto y revalorizado históricamente.
Cruzando la calle en diagonal desde el Cabildo accedemos a un edificio de neto corte colonial, que fuera la vivienda del Obispo Mercadillo, destacado clérigo al que Córdoba le debe la instalación del obispado de la Intendencia de Córdoba del Tucumán en esta ciudad, en el año 1698.
El primer piso era utilizado por el sacerdote como oratorio privado, y hoy ostenta un espacio que es dedicado a exhibir muestras artísticas de distintos autores.
El frente del primer piso muestra una reja-balcón que representa uno de los trabajos de herrería colonial más sobresalientes de la ciudad. Este edificio ha sido declarado Monumento Histórico Nacional.
Ubicado en las calles Rosario de Santa Fe e Ituizango, esta propiedad data del siglo XVIII, construido por José Rodriguez y fue alquilado por el Gobernador Marqués de Sobremonte.
Hoy transformado en un importante museo, que rescata las expresiones más antiguas de la vida en la época colonial, que se resume en mobiliario, platería, porcelanas y una biblioteca de primer nivel.
La estructura interna está compuesta por numerosos patios que sirven de distribuidores entre las distintas salas que albergan las colecciones más destacadas del museo.
Balcones y rejas muy trabajadas le dan una visión pintoresca dentro de una ciudad que conserva en este tipo de propiedades todos los rasgos de un muy rico pasado.
Un paseo con mucha historia, ya que este predio fue mandado a construir por el virrey Sobremonte allá por el año 1785. Conocido originalmente con el nombre de “Paseo de las alamedas”, allí se reservaba el agua necesaria para el aprovisionamiento de la ciudad.
En 1957 fue remodelado de acuerdo al proyecto del arquitecto Carlos David, que situó en el centro neurálgico una hermosa fuente rodeada de árboles que dan marco al Palacio de Justicia que, con su estilo clásico, fue construido en el año 1936. En su interior se guardan importantes obras de arte, y se encuentran los restos de Dalmacio Vélez Sarsfield.
En este recorrido, se podrá caminar por las calles empedradas y recorrer espacios ocultos tras los muros que dejaron los padres jesuitas en su inigualable obra. Padres y fundadores de una de las casas de altos estudios más prestigiosas de la región, gestores de un sistema económico que permitió el desarrollo autóctono y creadores de la maravilla arquitectónica que ahora es Patrimonio Cultural de la Humanidad por Unesco.
Otra opción para conocer la Córdoba de fines del siglo XIX y principios del XX, es el circuito por el barrio de Nueva Córdoba, que parte del Patio Olmos y recorre la avenida Hipólito Irigoyen, articulando todo el barrio y uniendo los innumerables atractivos culturales, recreacionales y religiosos del sector.
La ciudad de Córdoba cuenta con 1.200 hectáreas de espacios verdes, en virtud de su compromiso ambiental y la labor permanente de la Secretaría de Ambiente del gobierno de la ciudad. Los turistas cuentan con una maravillosa agenda de actividades de recreación que pueden realizarse al aire libre en sus espacios urbanos.
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El río Suquía atraviesa no sólo la ciudad, sino su historia, ya que fue a su vera que Jerónimo Luis de Cabrera la fundó. Destinada a estar dividida por sus aguas y reunida por sus puentes, la ciudad se recrea hoy en su Costanera, considerada un parque lineal donde es posible practicar deportes, pasear, pasar una tarde de picnic, tomar sol y disfrutar del verde. Aún cuando goza de todos los beneficios naturales, no está permitido ingresar al agua. Recomendados: Isla de los Patos y Paseo del Ciclista.
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En 1889, Miguel Crisol encargó al arquitecto paisajista francés Carlos Thays la tarea de diseñar el parque de “La Nueva Córdoba”. Las obras comenzaron en 1890 con la parquización de las 50 hectáreas de terreno y en 1911 fue inaugurado y bautizado como Parque Sarmiento, en honor del ex presidente Domingo Faustino Sarmiento. El Parque es un pulmón verde enclavado a pocas cuadras del centro de la ciudad y cuenta con dos rosedales, un lago artificial, el Jardín Zoológico, el Super Park, un natatorio, un anfiteatro llamado “Teatro Griego”, la famosa Rueda Eiffel, entre otros espacios de indole turístico, cultural, deportivo y recreativo.
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En el corazón del Parque Sarmiento, se ubica el Zoo Córdoba. Cuenta en la actualidad con más de 120 especies autóctonas, 90 exóticas y 20 domésticas. Entre sus atracciones se encuentran el tren que recorre el predio, un Zoo Acuario, un Zoo Marino con espectáculo, los mundos Autóctono y Exótico, el Paseo de la Flora Nativa. Recomendados: el antiguo Serpentario y la Granja Zoo, donde es posible pasar una tarde rodeados de animales de granja, pasear en sulky o comer pan casero.
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En verano, la ciudad cuenta con numerosos natatorios habilitados tanto públicos como privados. Los natatorios públicos municipales habilitados están ubicados en los polideportivos de barrios General Paz, Parque los Algarrobos, Ruta 19, en el Camping Municipal San Martín y el Parque Sarmiento. Consultar horarios y requisitos enDirección de Deportes y Recreación, Bv. Las Heras s/n, Parque Las Heras, teléfono (54-351) 433-2722/23 int. 6300.
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En el Parque Sarmiento también es posible pasar una tarde practicando sobre una tabla de skate o patinando, de manera totalmente gratuita, en la nueva Pista de Skate que se encuentra contigua al Teatro Griego o en la antigua Pista de Patinaje de avenida Leopoldo Lugones. La Pista de Skate tiene tres mil metros cuadrados y es la más grande de Argentina y allí se pueden utilizar tanto skates en modalidad “street” o “bowl”, como rollers.
